top of page
Los relatos publicados sobre tratamientos psicológicos pertenecen a casos reales que datan de mucho tiempo atrás o tienen variaciones de género, tiempo y lugar para proteger la identidad de las personas
MIRANDO EL PROPIO OMBLIGO
Dijo: “Vuelvo otra vez a hacer psicoanálisis, aunque ya lo probé sin resultado”
Había probado también homeopatía, diversas terapias alternativas, holística, bio decodificación, reiki. Ahora buscaba temas sobre neurociencias y también hacía meditaciones con mindfulness por internet. Buscó durante toda la vida la explicación de sus miedos, sus enojos y conflictos del pasado, sobre todo su agorafobia (conocía todos los términos). Buscaba razones y exponía como una experta sobre todas las zonas del cerebro. Declaraba “modestamente” que era una persona “profunda” y empática. Había indagado mucho sobre sí misma. Pero demasiado. Se enojaba con su familia. También con algunos médicos que contradecían sus dichos. Tenía explicaciones teóricas que provenían de los distintos tratamientos y también seguía consejos de algunos manuales de auto ayuda.
Pero en realidad todo giraba en redondo, empezaba y terminaba en ella. Todo el día sola, haciendo gimnasia en casa, “investigando” con la computadora. No podía ayudar a otros “por el tema de la ansiedad”
Tenía tanto miedo al mundo, que parecía más bien un rencor Tanto enojo, que justificaba su conducta sin poder pedir disculpas.
Tanta teoría al divino botón.
Me pregunto si con la enorme difusión de teorías “psi” de todo tipo no habremos contribuido a extender estas patologías. Como psicoanalista, tendré que hacerme cargo de la parte que me toca.

bottom of page


































