Fundamentalistas de la comida
- Graciela Haydée López
- 19 mar
- 1 Min. de lectura

Son personas que han incorporado muchos hábitos de alimentación “saludable”, cosa muy plausible. Pero el problema comienza cuando intentan convencer a los demás para que hagan lo mismo.
A veces, justo cuando nos sentamos a comer, deslizan un “Mirá que eso es veneno ¿eh?”. Hacen un culto de la “vida sana” y del agua (mineral) en vez de una copa de vino. Se escandalizan en el restaurante porque alguien de su grupo pide papas fritas. Dicen: “andá a saber con qué aceite las hacen. Todos son tóxicos y cancerígenos”. Se salva el aceite de oliva “pero depende de cuál” Y así siguiendo. Habría miles de ejemplos.
Son personas que suponen hacer un bien al prójimo, porque creen que si es tan bueno para ellos tiene que ser igual para todos. Dueños de una convicción rígida que no admite excepciones, suelen hablar con una cierta superioridad, porque consideran que entienden mucho del tema “Si supieras con qué hacen el (aquí entran cientos de productos) no lo comerías”
Por supuesto que está muy bien tratar de comer “sano” pero si se vuelve totalmente extremo, en rigor se convierte en obsesión. Y es patológico.
Lo curioso, es que a veces, aparece como una gran virtud que todos deberíamos imitar.
No parecen entender que cada cual es dueño de su cuerpo y decide. No todos somos iguales ni queremos lo mismo
Todas las reacciones:
99
Conviene obsesionarse con el orden y la limpieza y convertirse en Marie Kondo😉